lunes, 18 de febrero de 2013

SINDROME ASPIRATORIO MECONIAL



sindrome de dificultad respiratoria


introducción
         durante la vida intrauterina, el pulmón recibe el 10 %  del flujo cardiaco, sólo como aporte nutricio. al producirse el nacimiento, este órgano se transforma en un aparato dinámico que prácticamente abarca todo el flujo cardiaco y que es responsable del intercambio gaseoso (o2 – co2) y el equilibrio ácido base.
         cuando existe una disfunción de los sistemas el recién nacido puede presentar dificultad respiratoria, cuya causa debe reconocerse en forma precoz, para determinar una terapia adecuada.
         el conocimiento de la incidencia, patología e historia natural del síndrome de dificultad respiratoria  dependen de la comprensión de la maduración y diferenciación del pulmón.

         el pulmón debe sufrir con el nacimiento una serie de adaptaciones trascendentes, existiendo al menos dos cambios profundos que modifican la circulación fetal.
expansión pulmonar con aire que disminuye rápidamente la resistencia vascular pulmonar (rvp), determinando un aumento del flujo sanguíneo pulmonar.
desaparición de la placenta lo que produce un aumento de la resistencia vascular periférica. este juego de presiones provoca la desaparición de la gradiente de presiones entre ambas aurículas, lo que permite el cierre del agujero oval en los primeros 90 minutos y la disminución del flujo por el ductus. el aumento progresivo de la oxigenación sanguínea contribuye a disminuir la rvp
el reemplazo del líquido pulmonar fetal por aire es un fenómeno mecánico de magnitud que requiere la aplicación de presiones transpulmonares elevadas para lograr insuflar el pulmón  en las primeras respiraciones; estas fuerzas deben superar tres elementos: viscosidad del líquido pulmonar, tensión superficial y resistencia de los tejidos.
el líquido pulmonar (30-35ml/kg) es drenado a través de la boca durante el parto vaginal (35ml), el resto pasa a los capilares linfáticos y pulmonares; la absorción es rápida pues en 6 minutos se establece una capacidad residual funcional normal.
         la mayoría de los recién nacidos que requieren cuidados intensivos presentan problemas respiratorios; la incidencia general es de 1.7% y sus causas son múltiples pero alrededor del 85-90% esta dado por la enfermedad de membrana hialina, taquipnea transitoria o pulmón húmedo, síndrome aspirativo meconial y bronconeumonía; el resto lo aportan cuadros como malformaciones de las vías aéreas y pulmonares, ruptura alveolar, hernia diafragmática y trastornos extrapulmonares entre los que destacan hipoglicemia, policitemia, cardiopatías congénitas y alteraciones del snc.

definición
se entiende por síndrome de dificultad respiratoria a un cuadro clínico caracterizado por: taquipnea mayor de 60 por minuto, retracción torácica, y quejido espiratorio, presente en las primeras horas de vida.


Sindrome aspirativo meconial


         la aspiración pulmonar de meconio es una complicación grave del parto que acarrea una alta morbimortalidad neonatal.
         la hipoxia y acidosis intrauterina produce eliminación de meconio al liquido amniótico. la hipoxia fetal induce a apnea, seguida de movimientos inspiratorios profundos (boqueo) que pueden producir aspiración de meconio hacia la vía aérea superior que en la etapa  post parto migra produciendo obstrucción  de las vías aéreas finas y terminales impactandose y produciendo un cuadro obstructivo que por un mecanismo de válvula permite la entrada de aire, pero no su salida, aumentando la resistencia, atrapamiento de aire con aumento de la capacidad residual funcional y disminución de la distensibilidad pulmonar.
         además de la obstrucción de la vía aérea, la aspiración de meconio altera la estabilidad del alvéolo y del intersticio pulmonar, comprometiendo la relación ventilación / perfusión (v/q) provocando hipoxemia y retención de co2.
         secundario a este se desarrolla una hipertensión pulmonar persistente secundaria a hipoxia e hipercapnea.
         existe una alta incidencia de rupturas alveolares secundarias a atrapamiento aéreo.

cuadro clínico
         se observa en recién nacido de término o postérmino, con antecedentes de sufrimiento fetal agudo, asfixia perinatal y líquido amniótico con meconio espeso (puré de arvejas). se manifiesta con: dificultad respiratoria de inicio precoz, asociada a cianosis, retracción y abombamiento del tórax por atrapamiento de aire, disminución del murmullo vesicular y estertores húmedo.
         cianosis  secundaria al compromiso del intercambio gaseoso o al desarrollo de hpp (hipertensión pulmonar persistente).
         asociado a asfixia: convulsión, insuficiencia renal aguda, coagulación intravascular diseminada, shock cardiogénico.
         examen físico recién nacido generalmente de aspecto post maduro enflaquecido, con la piel y el cordón impregnados de meconio, tórax aspecto enfisematoso.

complicaciones
neumotórax y neumomediastino
hipertensión pulmonar persistente.

tratamiento
         debe ser básicamente preventivo, con aspiración eficaz de la vía aérea superior, antes de la primera respiración en todo recién nacido con antecedentes de líquido amniótico espeso y que no presente esfuerzo respiratorio o con hipotonia e hiporreflexia. las fosas nasales y la faringe deben ser aspiradas antes de la salida del tórax del canal del parto, luego se procede a la intubación y aspiración endotraqueal.
         el tratamiento corresponde a las complicaciones derivadas de la asfixia perinatal:
oxígenoterapia controlada: ventilación mecánica si es necesaria
antibioticoterapia si se sospecha de infección sobre agregada.
monitorización continua de función cardiorrespiratoria.
drogas vasoactivas y corrección de la acidosis metabólica.
observación de signos de alteración neurológica.
corrección de hipoglicemia, hipocalcemia y alteraciones de la coagulación.
kinesiterapia pulmonar.
monitoreo frecuente de gases arteriales
radiografías de tórax para detectar la aparición de rupturas alveolares.

exámenes de laboratorio
rx tórax
gases arteriales
hemograma , elp, glicemia, calcemia.
isoenzimas cardiacas y cerebrales
cultivos en sangre y secreciones bronquiales
pruebas de coagulación.
eco cerebral, ecg y eco cardiograma si procede.

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